POR QUÉ NO ES BUENA IDEA SER "LA OTRA".

POR QUÉ NO ES BUENA IDEA SER "LA OTRA".

Según un estudio realizado en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz 90 % de los hombres y 70% de las mujeres en una relación formal se permitieron ser infieles por lo menos una vez en sus vidas. No voy a ahondar mucho en los por qué, pero los estudios han demostrado que en los hombres tiene que ver con una reafirmación de su virilidad como idea aprendida desde lo cultural; mientras que en las mujeres prevalece más la búsqueda y deseo de encontrar cariño, comprensión y afecto (según explica José de Jesús González Núñez, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social). Aunado a estas observaciones clínicas, cabe destacar que el perfil del infiel recae en personas con personalidades narcisistas, que buscan tenerlo todo; y la de la persona amante recae más en una personalidad frágil, manipulable y de baja autoestima. Ya por estas estimaciones nos damos una idea del por qué no es buena idea ser la otra.

Comienzo por enterarte que hay una gran probabilidad de que esa relación fracase. Sí, ya sé que es diferente, porque estás enamorada y todo lo que te dice, pero esa persona ya tenía una relación antes que contigo. Recuerda que 8 de cada 10 infieles salvan su relación formal.

Otra de las razones y que es para que también te cuestiones, es que el infiel no respeta compromisos, aun cuando dé su palabra: si no respeta a su esposa y a su familia: ¿por qué te respetaría a ti? Quizá hasta terminé haciendo lo mismo contigo, puesto que no sabe afrontar las situaciones y no las resuelve; mientras que una persona madura que no está contenta en su relación y la quiere dejar, la deja sin más preámbulos.

Además, en una relación con alguien comprometido en otra, da mucho que desear. Seguramente tú en el enamoramiento y entusiasmo vas a querer presumir su relación, como es normal. Pero en este tipo de relaciones el infiel se debe esconder, no puede ir a ciertos lugares donde sabe que hay gente que le conoce, no te puede presentar con familiares y amigos, o sea, no le pueden ver contigo. Y tú, por otra parte, tendrás que hacer tu vida social en solitario como soltera, porque esa persona no siempre te va a poder acompañar. Quizá amigos y familiares tuyos preguntarán por tu pareja y no podrás decir la verdad de que es casado porque seguramente te van a juzgar. Y ya sea que se sepa la relación de infidelidad que llevan o no, tu siempre vas a ser la mala del cuento. Vivimos en una sociedad machista donde se juzga mucho a ellas y no a ellos por ser los mentiroso. Muchas veces ellos no dicen ni a la amante que son casados.

Quizá en algún momento de la relación te des cuenta que durante el tiempo que llevan tu das todo para hacer feliz a tu pareja, pero la persona que es infiel solamente puede darte lo que le sobra, lo que le sobra de tiempo, lo que le sobra de energía física y mental. Imagínate que, después de pasar el rato contigo llegará a su casa a cumplir su rol de esposo y de padre. Y entre su trabajo y su familia no tendrá tampoco mucho espacio en la mente para pensarte como tú lo piensas a él. Por otro lado, quizá sientas celos de su esposa, que la tiene hasta metido todas las noches en su cama, convive y comparte muchas cosas y situaciones de la vida; esas que quizá tu sólo tengas en tu imaginación. Ellos son compañeros de vida, ellos se eligieron, ¿te crees que no? Por todo lo dicho anteriormente, entonces ya sabemos que no eres su prioridad.

Y dependiendo qué tan enamorada andes, esa relación puede durar mucho tiempo, quizá años y no va a avanzar a ningún lado, va a seguir siendo igual tal como la conoces o quizá más desgastante en cuanto ese enamoramiento vaya cediendo y dé paso a la visualización tuya de lo real, pregúntate entonces también: ¿cuánto tiempo y juventud seguirás invirtiendo en esa relación? Puesto que la juventud no es eterna.

Definitivamente este tipo de relaciones generan mucha ansiedad por todas las implicaciones que conllevan que te acabo de explicar. Es por ello que también deberías antes, durante o después evaluar tus propias razones por las cuales la idea de estar, estar, o de haber estado en este tipo de relación. Si no las identificas busca ayuda profesional para que tengas una orientación y conozcas más de ti a nivel psicológico y emocional.